Mi primera aventura escribiendo un blog, allá por 2010. Me estimulaba la posibilidad de escribir sobre la marcha, al momento, improvisando sin red, como un músico, de llevar al extremo lo que me ha atraído más de la escritura de un diario. Pero el diario es secreto, incluso íntimo, y parte de su atractivo es que no va a ser leído, al menos de inmediato. El blog era un diario íntimo y a la vez público, más todavía por no tener la mediación del periódico, o del libro. Llegó a ser agotador, pero disfruté y aprendí mucho, y descubrí una forma distinta de relación con el lector.
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No se puede mirar
A diferencia de la ficción, la realidad carece de escrúpulos narrativos. Se permite digresiones caprichosas e inútiles, coincidencias que no serían aceptables en la peor trama policiaca, callejones sin salida, […]
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Los prejuicios
Qué lleno está uno de prejuicios, aunque no lo quiera, aunque no lo sepa, aunque los vea claramente en otros y no se vuelva hacia sí mismo para verlos idénticos, […]
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Una historia
En los buenos periódicos americanos la información casi siempre tiene la cara y el nombre de alguien. En el New York Times de hace unos días viene la historia de […]
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Mañana doble
Mucho sol y mucho frío, calma y silencio idénticos en las dos mañanas del 25 y del 26, como un domingo que se repite benévolamente, en vez de dar paso […]
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Familia extensa
Don Manuel, o don Manolo, el patriarca, que tiene ochenta años desde hace un mes; los hermanos de Elvira, Inma, Lolo y César; las hijas de Inma, Laura y Patricia; […]
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En un día como hoy
A mediados de octubre me invitaron a dar la charla inaugural en un máster sobre propiedad intelectual que organizaba la universidad Autónoma de Madrid. Empecé a tomar notas sueltas, y […]
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Fiebre lectora
Veo a Elvira en estado de trance, llegando a las últimas páginas de Doctor Zhivago, en la traducción de Marta Rebón, que es la primera que se hace directamente al […]
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Elogio del progreso
Basta recostarse en el sillón del dentista para que se le cure a uno cualquier nostalgia de paraísos pretecnológicos perdidos. Cualquiera tiempo pasado anterior a la anestesia fue pavoroso.
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Lluvia y pasado
Estaba tan absorto escuchando la música que no me he dado cuenta de que había empezado a llover. Una percusión suave, de golpes mínimos y multiplicados, un rumor más poderoso […]
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Sorpresas te da la vida
He leído El País desde que empezó a publicarse: me acuerdo de leer el primer número un día de mayo de 1976, tomando el sol, en los jardines del Triunfo, […]
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Ruidos de fondo
Éramos unas veinte personas a lo largo de una mesa en el centro de un salón enorme, con columnas de capiteles dorados y techos altísimos, con una acústica que convertía […]
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Saltos de tiempo
Qué vertigo la otra noche, en Sevilla, en medio de tanta gente, a causa de los cambios constantes en la perspectiva del tiempo: caras de amigos a los que estaba […]