Este amigo le cuenta a Elvira su enfado con un cliente que tardaba y tardaba en pagarle un encargo. Le puso muchas condiciones, le exigió mucho, le metió prisas, y una vez recibido el trabajo, como suele ocurrir, no dio señales de vida. Aparece por fin al cabo de un tiempo, y nuestro amigo, cuando se encuentra con él, no le da ni un indicio de toda la irritación que ha ido acumulando. Le dice a Elvira, encogiéndose de hombros: “Yo es que de puertas afuera soy bastante cobarde”.
Formas de valentía
Publicado el
Categorías
- English (26)
- Escrito en un instante (847)
- French (1)
- Hudson Review (10)
- Ida y Vuelta (561)
- Italian (1)
- Las Otras Vidas (113)
- Muy Interesante (41)
- No te veré morir (1)
- Noticias (6)
- Op-Eds (16)
- Opinión (21)
- Signos de admiración (1)
- Sin categoría (1)
- Visto y no visto (244)