El sastre que les hacía los trajes a medida a esos salteadores valencianos del dinero público protesta indignado: él no es un sastre; es un “director de moda”. Cuando yo estaba en COU, la profesora de literatura me preguntó qué quería ser y yo le contesté, con la arrogancia propia de la edad: “licenciado en Ciencias de la Información”. Ella me miró con una sonrisa irónica y me dijo: “¿Quieres decir periodista?”.
El Ministerio de Trabajo ya no se llama Ministerio de Trabajo. Ahora se llama Ministerio de Empleo. Gran adelanto. Los antiguos jefes de prensa ahora son Directores de Comunicación. Llamar al pan pan y al vino vino es el gran desafío de la literatura, y la condición imprescindible de la vida civil.