En el espejo de Montaigne

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A Montaigne se llega por primera vez en un cierto momento de la vida y ya está volviendo siempre, o llegando siempre, porque siempre tiene algo de inédita bienvenida. Montaigne inventó una manera de escribir que antes de él no existía y unamanera de estar en el mundo que sigue siendo tan singular ahora como lo fue cuando él escribía, en la segundamitad del siglo XVI, en los años de las guerras de religión en Francia, cuando católicos y protestantes se dedicaban amatarse entre sí con un entusiasmo doble de salvación eterna y genocidio. A Montaigne lo imaginamos plácidamente retirado en su torre circular con las paredes llenas de libros y las vigas del techo adornadas con inscripciones en latín, levantando de vez en cuando los ojos de su escritorio para descansar la vista dejándola perderse en un fértil paisaje francés de viñedos y prados. Pero lo cierto es que ese paisaje estuvo atravesado con mucha frecuencia por tropas de fanáticos religiosos, cuadrillas de soldados sin paga entregados al pillaje, de gente enferma que huía de la peste y la iba propagando y agonizaba y moría a la orilla de los caminos.

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Torre de St. Michel de Montaigne Tour