Abriendo al azar, por capricho, sin ningún propósito, los diarios de Ernst Jünger, encuentro esta anotación que hizo en París el 24 de febrero de 1943:
“Hay un morir que es peor que la muerte: consiste en que una persona amada vaya matando dentro de sí la imagen con la que vivíamos en su interior. En esa persona nos extinguimos”.