El linaje de los profetas

Publicado el

En el Antiguo Testamento los profetas no vaticinan lo que va a suceder, sino que denuncian lo que ya está sucediendo, los abusos y las injusticias contra las que solo ellos se atreven a levantar la voz. A los profetas los imaginamos desgreñados y predicando a gritos, voces roncas que claman casi siempre en el desierto. El más verdadero del último siglo, Martin Luther King Jr., sabía modular y elevar la voz con la vehemencia estremecedora de las iglesias negras del Sur, pero su dicción era siempre cultivada y precisa, y su porte el del teólogo universitario que de muy joven había deseado ser. Como en este tiempo todo lo más noble parece estar sujeto a la degradación y a la parodia, el nombre venerable de Martin Luther King lo pronuncia en vano Donald Trump, y, en el espectáculo televisivo chocarrero en que lo convierte todo, un pastor negro exento de dignidad pero no de servilismo parodia histriónicamente la oratoria y los gestos del profeta asesinado en 1968. De tanta desolación pública solo nos rescató la obispa Mariann Edgar Budde, que buscaba los pequeños ojos huidizos del aspirante a tirano del mundo mientras le decía desde el púlpito una de esas verdades que solo se atreven a enunciar los profetas, sin necesidad de levantar la voz, con ese aspecto de fragilidad engañosa, que era sobre todo indicio de una delicada fortaleza interior, con esa llana elocuencia en la que había algo del recitado exacto de un poema.

SEGUIR LEYENDO >>

Antonio Muñoz Molina
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.