Descubrir de golpe a un músico y concentrarse en escucharlo es una felicidad tan grande como la de descubrir a un escritor e ir buscando por ahí todo lo que haya escrito. En la alegría de la novedad hay siempre una parte de reconocimiento. Lo que esa voz nueva me dice tiene el poderío de su frescura y tiene también la familiaridad de las afinidades profundas que ha despertado. Hay trastorno y hay también confirmación. Lo nuevo e inusitado que más me gusta inevitablemente tiene ya mucho que ver conmigo, aunque yo no lo supiera. La sorpresa desata la búsqueda. He encontrado el libro o el disco más reciente, pero quiero abarcar de inmediato la extensión de una biografía, remontarme al origen, ver de dónde viene y de qué se alimentó esa obra, cómo se fue haciendo esa visión del mundo que está siempre implícita en un itinerario creativo.
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