Toulouse es como una España que hubiera salido bien. Desde que se baja uno del avión, viniendo de la Francia del norte, la luz lo exalta: es una luz del sur, con ese oro suave de final de septiembre. Decía Julio Camba que otra cosa no, pero que él, si se hubiera puesto, habría inventado la rueda sin ninguna dificultad. Yo podría haber venido a Toulouse mucho antes, muchísimo antes, y no consigo explicarme cómo he tardado tanto. No por falta de invitaciones, sino porque siempre pasaba algo que me frustraba el viaje, o por pereza, o distracción.
Toulouse es una ciudad de luz mediterránea y edificios de ladrillo rojo claro, en un país de piedra clara con mucha frecuencia matizada por la lluvia o la niebla. Toulouse tiene una plaza que es de las más amplias y al mismo tiempo más acogedoras en las que yo he estado nunca, en mi vida de degustador y caminante de ciudades. En Toulouse, además, hay una librería prodigiosa, enorme, ordenada, estimulante, francesa, en el mejor sentido de la palabra. No lo digo porque me hayan acogido a mí esta tarde. Cualquiera que entre a la librería Ombres Blanches puede confirmar lo que digo. En Francia abunda mucho eso que también hay,en menor medida, en España, el librero independiente y militante de las librerías, el librero que ama los libros y les dedica su vida, y que lo hace con energía empresarial y devoción por la literatura y el saber. En este caso se trata de Christian Thorel. Se sorprende un poco cuando le digo que en Nueva York no hay de lejos una librería como la suya. En Toulouse he encontrado lectores memorables, y muchos de ellos tienen apellidos y orígenes españoles: hijos del exilio y de la emigración de los años sesenta. Hay algo muy español, muy meridional, muy estimulante en esta ciudad. La calles tienen los nombres escritos en español y en occitano. En una plaza hay un monumento a aquel gran socialista que fue Jean Jaurés. Aquí, en esta otra España posible, da más tristeza pensar en las claustrofobias españolas y antiespañolas, tan terriblemente españolas estas últimas.