Me temo que en este asunto de Baltasar Garzón hemos llegado a ese gran momento de los debates españoles en el que todo se confunde y en el que los argumentos racionales dejan paso a la vehemente toma de partido. Cuatro cosas, al menos, deberían considerarse por separado: la primera, la necesidad de investigar los crímenes y los abusos de la Guerra Civil y de la dictadura y de honrar a las víctimas; segunda, la viabilidad jurídica de perseguir a los culpables cuando ha pasado tanto tiempo que prácticamente todos están muertos; tercera, las actuaciones concretas de un juez en el ejercicio de su profesión, y en el marco de algo tan esencial para la democracia como el cumplimiento de la ley; y cuarta, los límites saludables que la legalidad ha de imponer al protagonismo de quienes ostentan posiciones emanadas de ella.
Elvira, que está más atenta que yo a los pormenores de estas cosas, y es mucho más aguda en la observación de la actualidad, me ha hecho llegar este artículo que me parece sensato y riguroso:
http://www.jotdown.es/2012/01/tsevan-rabtan-conoce-usted-sus-derechos/
