Piazza Unità

Publicado el

Las ciudades riman, como las palabras y a veces como las personas. En el fulgor del mediodía deslumbra la piedra caliza de los edificios y las estatuas de la Piazza Unità. En tres de sus lados es una gran plaza europea: el cuarto se abre vertiginosamente al mar, que hoy es una ancha franja de bruma en la que no se distingue la línea del horizonte. Una plaza abierta al mar, una escalinata que llega al agua; la rima, la resonancia, es inmediata, y acentúa una emoción de reconocimiento: Lisboa, la Praça do Comércio.

Trieste parece por momentos una Lisboa más solemne, de clase más alta, menos gastada por la intemperie, sin esos rastros de África y del Oriente que hay en Lisboa, que a veces son imágenes y caras oscuras o asiáticas y otras veces son olores de especias. Pero hay un castillo medieval en lo alto, y calles estrechas trepando por una colina, y una ciudad horizontal y neoclásica que se abre a un horizonte marítimo…(Por no hablar de los cafés en los que uno podría pasarse dulcemente la vida, sin hacer nada, leyendo el periódico, apuntando algo en un cuaderno, mirando pasar a la gente por la anchura despejada de la plaza.)

Piazza Unità (Foto: Luigi Perrella)
Piazza Unità (Foto: Luigi Perrella)