Mi primera aventura escribiendo un blog, allá por 2010. Me estimulaba la posibilidad de escribir sobre la marcha, al momento, improvisando sin red, como un músico, de llevar al extremo lo que me ha atraído más de la escritura de un diario. Pero el diario es secreto, incluso íntimo, y parte de su atractivo es que no va a ser leído, al menos de inmediato. El blog era un diario íntimo y a la vez público, más todavía por no tener la mediación del periódico, o del libro. Llegó a ser agotador, pero disfruté y aprendí mucho, y descubrí una forma distinta de relación con el lector.
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Lo inesperado
Habría que llevar la cuenta de los descubrimientos que nos sobrevienen de improviso, lo que no buscamos, lo que no estábamos esperando. He puesto la radio esta noche y nada […]
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Un algorero
La palabra algorero es necesaria en el idioma. Se la ha inventado el profesor Francisco García Olmedo, y se refiere a Al Gore y a los profetizadores atolondrados del cambio […]
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Una primera tentativa
Me ha gustado siempre la escritura inmediata, la que brota a toda velocidad en unos minutos y queda atrapada en la burbuja de tiempo del presente: la anotación más o […]
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El apicultor y el activista
Por esas cosas de la vida, no publicaron mi artículo en la web del periódico y Gotardo no pudo subirlo aquí en su momento.
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Bioy
Un libro breve, de un formato que casi cabe entre las palmas de las dos manos, con una portada exclusivamente tipográfica, el nombre de Bioy y el título, tan poco […]